En mi trabajo


En mi trabajo me hago llamar lavaloza, 
Cuando lo acepté ni siquiera sabía qué me iban a poner a hacer
Para empezar, ¿quién era esa loza?
¿Y porqué se necesitaba lavar?
Recibo platos grandes, del 28,platos pequeños del 23, cubiertos llenos de comida y todo tipo
de sártenes y ollas mientras los cocineros juegan a la comidita
Me parece un trabajo arduamente tedioso, y me recuerda siempre a lo que decía
Jello Biafra:
"Estoy en mi trabajo, soy tan feliz, me aburro más en el día pero al menos me pagan"
Mis manos están hinchadas de tanto meterlas en agua helada y agua hirviendo.
El trazo de mis venas está quemado como si me corriera bilis por los brazos.
Y mi piel está seca y cacariza en espera de una pomada que la consuele, pero yo sigo lavando loza tras loza hasta el final de mi turno.
Un día recibí una taza con lápiz labial color carmesí que me hizo pensar en la señora quien se lo había tomado
¿Trabajará en el liverpool o en el palacio de hierro?
Era inútil salir a asomarme de la cocina puesto que para el momento en que a mí me llegaba su taza ella ya había pagado la cuenta.
¿Será cajera de un banco? ¿O será de aquellas que te dan muestras de perfume?
En mi trabajo empezó a llegarme una taza con lápiz labial color carmesí todas las mañanas, y sé que en ella se prensaron unos labios tiernos succionando el dulzor de un café con leche.
Hay una mujer que no me conoce ni yo la conozco a ella, pero la rutina nos hace cómplices a la hora del desayuno. En mi trabajo no hay mucho tiempo para la poesía, sin embargo, con un poco de atención, la podrás encontrar.


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